Como podéis observar durante el siglo XVI la población española aumento considerablemente; al mismo tiempo, aunque la economía creció, la producción no resultaba suficiente para dar respuesta a la demanda creciente. Por ello, los precios aumentaron.
Pero se produjo algo más. Las remesas de oro y plata americanas hicieron que la moneda circulante aumentase considerablemente, por lo que los precios, ya sometidos al desequilibrio demanda-oferta mencionado, sufrieron una subida aún mayor. Este es el proceso conocido como REVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS.